El comer emocional es cuando nos dejamos llevar por las emociones, ya sean negativas o positivas, y recurrimos a la comida para gestionarla. ¿Y qué pasa? Pues que todo esto influye en nuestro estado de ánimo general. Así como, también, pasa al revés y la comida en sí nos puede modificar las emociones y el estado de ánimo.
Parece ser, según algunas investigaciones, que la sensación de hambre aumenta con emociones como alegría y enfado y disminuye con la de miedo o tristeza., y que tras recurrir a la comida debido a la emoción se calma tanto el hambre como la emoción. Sin embargo, si hablamos de trastornos de la alimentación, las emociones son siempre desagradables, no cambiando tras la ingesta de algún alimento.
La comida es esencial y necesaria en nuestra vida desde siempre, y ésta influye en todas las áreas, ya sea social, cultural, individual o biológica. Además, hay que darle un uso correcto, es decir, alimentarnos y nutrirnos, adaptándola a nosotros y a nuestro tiempo, y no usarla para gestionar o resolver situaciones.
Somos mucho más que la comida que comemos, pero si es cierto que observando la relación que tenemos con ella, podemos llegar a conocer cómo la utilizamos y darnos cuenta, incluso, de nuestros afectos, valores, conflictos y preferencias. Además, la alimentación nos habla de cómo solucionamos los problemas y de que hábitos de salud, bienestar físico y emocional tenemos. Esta es una manera de expresarse emocionalmente y que nos enseña cual es nuestra capacidad para tolerar la frustración y/o el estrés o para manejar los impulsos, entre otras.
Así, el tener hambre y el impulso a comer es adaptativo, por un lado, pero también nos lleva a obtener placer y refuerzo, como parte de la búsqueda del control o descontrol, de nosotros mismos y de nuestras acciones, además se obtiene rápidamente y de manera muy fácil. (Del Álamo M, 2020)
Como ya se ha mencionado, el alimentarse es una parte fundamental de nuestra vida, ya que, aparte de que le dedicamos bastante tiempo en el día, es nuestro motor y energía para seguir adelante. Inevitablemente, el comer genera dentro de nosotros diferentes sensaciones. Y ahora, te pregunto, ¿cómo estas comiendo tú? ¿Qué emociones estas alimentando?
Bibliografía
Del Álamo Robledo, M. A. (2020) ¿Por qué como si no tengo hambre? Las claves para quererte, comprenderte y mejorar tu relación con la comida. Ediciones Oberón (G. A.).
Melissa García Psicología